jueves, 1 de marzo de 2012

Primeros, siempre

Portada de El País del 12 de abril de 2011
“Noticia es un hecho verdadero, inédito o actual, de interés general, que se comunica a un público que pueda considerarse masivo, una vez que ha sido recogido, interpretado y valorado por los sujetos promotores que controlan el medio utilizado para la difusión”, afirma Martínez Albertos (1). Y agrega: “La noticia en sentido amplio es una materia prima sobre la que los profesionales de la comunicación periodística pueden trabajar con una de estas tres disposiciones psicológicas: la información, la interpretación y la opinión” (2).

La noticia publicada describe el conocimiento que un individuo tiene del contexto en el que vive y al respecto asume una postura. La postura del periodista. La avidez por consumir información, gratuita y masiva, no es novedad. A la hora de jugar rápido pueden cometerse errores. Todo por la competencia, por ser primeros. Dos ejemplos bastan para intuir que estos problemas continuarán, de no bajar la pelota y mirar para los costados.

En abril de 2011, el diario El País tituló que el “Plan Ceibal hará poco para mejorar calidad educativa” (3). El diario asume esto bajo la lectura que uno de sus periodistas realiza de un documento proporcionado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), informando que “analizó la incidencia de las computadoras en la educación y criticó el Plan Ceibal. Resaltó la necesidad de capacitar a los docentes y afirmó que dotar a los planteles de más máquinas hará poco para mejorar la calidad de la enseñanza”.

Días después, el BID comunica que el informe que presentó sobre escuelas y computadoras en la región, no aludía al Plan Ceibal (4).

El BID agrega que al contrario, el Plan Ceibal “logró reducir la brecha digital en la educación primaria de este país. Confiamos en que Uruguay continuará posicionándose como un referente para la región en esta agenda”. ¿Entonces, qué fue lo que leyó el periodista?

El error más grueso y evidente fue el de noviembre de este año, tras las repercusiones por los dichos del presidente francés respecto a que Uruguay integraba una lista de paraísos fiscales. Subrayado informó – repitió y repitieron otros - (5) que “fuentes diplomáticas aseguraron que Mujica llamó el fin de semana a la presidenta argentina aunque no trascendió el tenor de la conversación”. Y agregaba que el 11 de noviembre Mujica viajaba a Argentina y que “la ocasión podría ser adecuada para una entrevista con Fernández”.

A la brevedad, el presidente respondía que no se comunicó con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández. Mujica, posteriormente, viajó a Buenos Aires donde recibió un reconocimiento por parte de la Universidad de Lanús.

Pero la metida de pata continuó. A partir de la publicación de este “desmentido”, hubo medios que habiendo publicado y repetido que Mujica había llamado a Cristina, “debieron” publicar que Mujica negaba haber realizado ese llamado (7). ¿En qué quedamos? ¿Y las fuentes?

Dejo este párrafo reflexivo de María Teresa Ronderos, directora de semana.com, edición online de la revista Semana de Colombia. “El periodista tiene que verificar y verificar. Si tiene una versión de las cosas, pregunte por la otra. Tiene una acusación de alguien, pregúntele al acusado qué opinión tiene al respecto. La segunda herramienta que tiene el periodista es usar muchas fuentes, contrastar y comparar las fuentes. Cualquier evento, así sea el más sencillo, como un accidente aquí en la esquina cuando un automóvil estrelló a otro, la única manera de saber qué paso es consultar con muchas personas. Y la tercera tiene que ver con contarles a los lectores de dónde salió la información. Es muy importante ser leal con los lectores y decirles que esa información la saqué de tales y tales sitios en Internet. Así no puedas mencionar una fuente, por lo menos hay que mencionar la entidad a la que pertenece. Si uno cumple con esas tres normas en el periodismo, está del otro lado. Es muy probable que haga buen periodismo” (8).

Recordando a Martínez Albertos en su definición de noticia, decía que para que lo sea, el hecho debe ser verdadero. En los dos casos anteriormente descriptos no lo fue. Hay razones comerciales, a mi entender, que están obligando a los periodistas a trabajar a altas velocidades. Se pone en juego la credibilidad.
Este tema será para otra columna.

Me quedo con este lejano e inexistente diálogo entre dos hombres de la prensa del mundo, el dramaturgo y novelista irlandés Oscar Wilde (1854-1900), quien concluyó que “hay mucho que decir en favor del periodismo moderno. Al darnos las opiniones de los ignorantes, nos mantiene en contacto con la ignorancia de la comunidad”, mientras que el escritor británico, Gilbert Keith Chesterton (1874-1936), aseveraba afirmando que “el periodismo consiste esencialmente en decir 'lord Jones ha muerto' a gente que no sabía que lord Jones estaba vivo”.

(1) Martínez Albertos, Luis. Curso general de redacción periodística. Madrid:
Paraninfo. 1993. Pag. 288
(2) Martínez Albertos (op.cit.) Pag. 56
(3) http://www.elpais.com.uy/110412/pnacio-559546/nacional/plan-ceibal-
hara-poco-para-mejorar-calidad-educativa/
(4) http://archivo.presidencia.gub.uy/sci/noticias/2011/04/2011041307.htm
(5) http://www.youtube.com/watch?v=C-xFaqxTajw
(6) http://portalbeta.presidencia.gub.uy/wps/wcm/connect/presidencia/
portalpresidencia/comunicacion/comunicacionnoticias/desmentido-presidente
(7) http://www.elpais.com.uy/111107/ultmo-604886/ultimo-momento/mujica-
nego-contacto-con-cristina-fernandez/
(8) http://www.saladeprensa.org/art856.htm

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